jueves, 4 de septiembre de 2008

Narrativa

La obra literaria


La obra literaria está constituida por el fondo y la forma.

El fondo es el asunto que desarrolla el artista, la idea o pensamiento que desenvuelve mediante la palabra. La idea de la obra es su contenido general y no debe confundirse con los pensamientos parciales que el autor pueda expresar en ella. El fondo está ligado al tema. El tema de una obra es precisamente ese asunto que el autor quiere tratar. Es una frase o un motivo en el que se basa una obra de arte, ya sea musical, gráfica o literaria.

La forma o revestimiento del fondo, radica en la estructura o plan, conforme al cual se distribuyen los diversos episodios de la acción y los demás elementos de la obra, y en la expresión, mediante la cual el autor selecciona y aplica los recursos que mejor convienen a su propósito. La forma está ligada a la trama. La trama es el encadenamiento de ideas, acciones, sucesos que van construyendo la obra literaria. Es igual que los hilos que se van entrelazando para componer un tejido o una tela. O el conjunto de líneas que forman una imagen de T.V.
Las novelas se construyen con una trama. Es por eso que al ir pasando una a una sus hojas, la historia comienza a tomar forma, nos empieza a intrigar y nos hace preguntarnos cosas sobre los personajes, sus motivaciones, sus valores y tal vez inconscientemente los nuestros. Las novelas o cuentos, se construyen tienen siempre una trama que unifica la secuencia de los eventos, aunque muchas veces se presenten en desorden.

ElocuciónUna vez que el artista literario, después de concebida su obra, ha dispuesto el plan y distribuido los materiales de la misma, viene la fase de dar forma sensible a las ideas, de vaciarlas en los moldes del lenguaje, de revestirlas, en fin, de forma literaria. Es lo que hace la elocución, o sea, el modo de expresar los pensamientos por medio de la palabra.
Las más importantes formas de elocución son:

• La narración, donde el autor se limita a referir unos hechos reales o fantásticos.

• El diálogo, que presenta a unos personajes que hablan por sí mismos, con ellos se van desarrollando ante los lojos del lector las situaciones.

• La descripción, presenta los seres pintándolos con tal viveza, relieve y colorido como si se estuvieran viendo.


El tiempo
Cada vez más, los autores contemporáneos coinciden en que el reto del escritor está en enfrentar el problema del tiempo. ¿Cómo compactar la vida entera o en ocasiones la historia de varias generaciones, en unas cuantas páginas equivalentes a pocas horas que pasará el lector inmerso en la historia? El autor logra manipular el tiempo a través de algunos elementos de la trama o el carácter de los personajes. Así podemos ver que se pueden utilizar los flashbacks, momentos en el que el pasado se intromete para que podamos entender lo que está sucediendo. Estos retrocesos al pasado en realidad son parte de la vida diaria, los humanos no vivimos un presente lineal, con mucha frecuencia hablamos y pensamos en pasado y somos el resultado de éste.
En novelas como David Copperfield, es el personaje quien habla de su vida, y nos regresa al pasado contando su historia. Así podemos ver a un hombre en un cierto punto de su vida, que empieza a contar cómo llegó ahí: Si soy yo el héroe de mi propia vida o si otro cualquiera me reemplazará, lo dirán estas páginas. Para empezar mi historia desde el principio, diré que nací (según me han dicho y yo lo creo) un viernes a las doce en punto de la noche. Y, cosa curiosa, el reloj empezó a sonar y yo a gritar simultáneamente.


Suspenso
El suspenso también es una forma de narrar la historia causando intriga en el lector. En el libro “Sostiene Pereira” de Antonio Tabucchi, el suspenso se va dando a través de una narración encadenada con la frase “sostiene Pereira”: Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Para dar a entender que Pereira está argumentando su defensa y que hizo algo que no confiesa hasta el final, una vez que Pereira ha terminado de narrar todos los hechos.

No hay comentarios: