.
"¿Quién no se ha sentido frustrado alguna vez en la escuela, cuando ha tenido la impresión de que los contenidos que debía aprender estaban muertos y que no eran más que un montón de hechos carentes de interés y sin relación con su propia vida?
Aquellos cuyo años esculares estuvieron marcados por experiencias de este tipo suelen descubrir mucho tiempo después la riqueza de nuestra cultura y entonces comienzan a despertar. ¿Cómo no se dieron cuenta antes de que la gran literatura no es una asignatura aburrida, sino una forma de magia que posibilita compartir experiencias y observarlas al mismo tiempo?
Nuestro saber sufre una profunda transformación y nuestro sistema educativo está en crisis. Puesto que hemos seguido desarrollándonos, debemos renovar el díalogo con nuestra cultura situándonos en una nueva perspectiva.
Actualmente hay personas que sólo pueden hacer suyo el saber si éste significa algo para ellos; escolares y estudiantes que se niegan a asimilar los residuos de una cultura museística, porque su órgano perceptivo es su propia vida.
¿Por qué figuras como Don Quijote, Hamlet y Fausto son tan conocidas? "
Así empieza Dietrich Schwanitz su libro "La Cultura". Y así me gustaría empezar mi curso, retomando las ideas de este autor, con la misma idea de que a través de la literatura reciban una descarga de emociones que se apodere de su visión del mundo y haga de ustedes hombres nuevos.
Por ahí leí algún día algo que decía que uno no es el mismo después de haber leído un libro. Cualquiera que sea. No importa qué hayamos leído, siempre hay algo que se agrega a nuestro disco duro, y nos hace diferentes de los que éramos antes. “Pero para lograr tener una relación viva con la literatura, es necesario, dejar de lado toda solemnidad, toda grandilocuencia y toda vaguedad conceptual. El respeto hacia las aportaciones de los diversos autores debe nacer de la comprensión y de la familiaridad con ellos, y no de la imitación de las reverencias ajenas ante ídolos a los que no se comprende”.
Dicho en mis palabras, es necesario dejarnos de formalidades y abrirnos para sentir, lo que nos transmite el autor. Espero que en este curso, se pierda la frontera que divide al que escribe del que lee, que se logre comprender (no solo en el sentido de entender, interpretar y percibir, sino de encerrar y contener) el sentimiento, la vivencia, el lenguaje, y al menos por un instante, como por arte de magia, seamos otra persona, otro tiempo, otra situación, experimentando algo que sólo se logra a través de los libros.
Al terminar el curso, espero que hayan encontrado, al menos una palabra, una frase, o por qué no todo un viaje literario que enriquezca su vida.
sábado, 6 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario